jueves, 6 de marzo de 2014

Requiescat in pacem: Leopoldo María Panero



Entre el vino tinto, el cante  y la buena compañía
pasaba plácidamente la noche del viernes 
en el corrillo flamenco,
cuando, a las cuatro de la mañana, 
súbitamente
paré la reunión 
y pedí atención a los compañeros que quedaban
porque se me había ocurrido 
recitar este poema de Leopoldo María Panero:

"Y me arrodillo ante el verso
que es lo que queda
de mi alma rozada por el ruído de las campanas
sonando a muerto
y nada queda de mí sino un sollozo
y sin embargo"decídselo al zarigüeya
con un estallido
no un sollozo
para construir la ciudad de Dios
cuyas terrazas llegan hasta las estrellas."

...y me lo tomaron a cachondeo
(son jóvenes, se toman a choteo esto de la poesía
porque todavía no han comprobado lo peligrosa que es)
pero yo...
...estoy intentando contactar,
telepáticamente,
con los de 4º milenio
aunque no sintonizo
....todavía.

                                                                                              
Y me arrodillo ante el verso Cantado por soleá
Cejilla al 6 por arriba
 










Y me arrodillo ante el verso
Cantado por Marianas-Tientos-Tangos
 Cejilla al 3 por medio (tono de DoM)



Y me arrodillo ante el verso
Cantado por Marianas-Tientos-Tangos
con percusión de tangos 100bpm 
y guitarra al Cejilla al 5 por medio (tono de ReM)




Y me arrodillo ante el verso
Cantado por Marianas-Tientos-Tangos
con percusión de tangos 100bpm
en el tono de ReM





Y me arrodillo ante el verso
que es lo que queda
de mi alma rozada por el ruído de las campanas
sonando a muerto
y nada queda de mí sino un sollozo
y sin embargo decídselo al zarigüeya
con un estallido
no un sollozo
para construir la ciudad de Dios
cuyas terrazas llegan hasta las estrellas.

                      ***

La locura es la flor que anida en el verso
la flor que brota de la herida
del verso que aún supura sangre
para los muertos
muerto para la sangre
ceniza en la mano
para construir sobre el papel
la montaña de Dios.

                      ***

....dejó abandonados en la vivienda que ocupó durante años en Las Palmas de Gran Canaria,
 junto a cartas y otros efectos personales.
 
El poema está mecanografiado sobre una cuartilla con el membrete del centro psiquiátrico Hermanos San Juan de Dios de Mondragón (Guipúzcoa), una de las instituciones sanitarias por las que pasó el poeta a lo largo de su vida, y consta de doce versos:

"Un ciervo herido es el que más salta
lo oí decir a un antiguo cazador
no es sino por el éxtasis de la muerte
que actúa el freno".


"La piedra golpeada brota en manantial
el acero pisoteado se comba
una mejilla está siempre más roja
justo donde más pica"


"La alegría es el caballero de las angustias
en ella resguarda su brazo
para que nadie pueda ver la sangre
y gritar: 'Estás herido'."


Canarias7 publica hoy los poemas, textos en prosa y cartas que Panero, fallecido la semana pasada en el Hospital Juan Carlos I de Las Palmas de Gran Canaria, entregó en una caja a un vecino de la ciudad, junto a libros de otros autores dedicados a él y algunas fotografías.

El editor del poeta, Antonio J. Huerga, ha confirmado al periódico que esa composición no figura en ninguno de los textos publicados de Leopoldo María Panero, como tampoco lo están otros de los escritos guardados en esa caja abandonada.

Entre ellos, aparecen otros dos poemas firmados junto con José Luis Pasarín Aristi y Mariano Íñigo en el bar Noski de Arrasate (Guipúzcoa) "un 14 de febrero cualquiera":

Las linternas de la luna

"Tus ojos tienen la sed de los presos
y el amor de las salvas,
y caigo bajo la luna
que dibuja sola mi figura
en la celda del condenado a muerte
en la celda de la nada
donde los cuernos de un ciervo embisten a la razón."


"¿Qué hay en este bosque
además del esperma amarillo de los sauces?
La risa atormentada de los labios de una ninfa."


El beso de los ahogados

"Toco húmeda la vagina
en donde nadie me espera
oí tu voz una noche
en la cual los gatos hacían un collar de pétalos azules.
Luego había unas florecillas que olían a mierda
y una muchacha se recreaba
mirando el culo de una libélula,
era un 14 de febrero en Arrasate
mientras me mirabas el alfabeto
y el futuro yacía a los pies del desastre."






































ole

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