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martes, 3 de enero de 2012

ESTÉTICA Y POLÍTICA. Félix de Azúa. El Libro de Estilo de Catatònia Triomfant (8)

“En mayo de 1991 el Círculo de Bellas Artes de Madrid orga­nizó unas Jornadas de Filosofía y pidió a los participantes un breve escrito en el que debíamos resumir lo que llamaban nuestra «estrategia de pensamiento». 


La mía era ésta. 
 

Hoy creo que ya no me hace falta:

miércoles, 17 de noviembre de 2010

EL MITO DE LA ANDALUCÍA ROMÁNTICA de Félix de Azúa



Que una tierra determinada, una orografía, pueda utili­zarse como motivo artístico en igualdad de condiciones con otros objetos aparentemente más manejables, es algo singu­lar. Hay cosas que por su propia simplicidad apenas si nos extraña que hayan sido elegidas una y otra vez para ser re­presentadas (aun cuando siempre sea un misterio el porqué de la repetición, si de arte se trata); por ejemplo, determina­das historias que trabajan en zonas turbias de la fantasía, de­güellos de Holofernes, raptos de Lucrecias; o algunos ele­mentos de la vida cotidiana como floreros, canastillas con fruta o piezas de loza; y esos conjuntos de complicada genea­logía como las ruinas clásicas o las arquitecturas imagina­rias... en fin, ese código poco conocido que compone la tó­pica de la pintura y de la literatura. Pero una tierra completa, esa ficción histórico-administrativa, con sus habi­tantes incluidos, convertido en objeto artístico del mismo rango que un bodegón, es algo que debe pasmar.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

EL MITO DE LA ANDALUCÍA ROMANTICA Félix de Azúa (1981) (4º Capítulo)


(...)La guerra de la Independencia fue absolutamente necesaria porque sin ella el romanticismo habría carecido de patria.¿Italia?,era imposible de adoptar sin destruir al tiempo una riquísima tradición según la cual los italianos son romanos y renacentistas,sin remisión.¿Grecia?,ya llegaría su hora cuando los alemanes hicieran de ella la cuna sin fisicidad del Espíritu,el ámbito abstracto de la juventud.Pero ahora se precisaba un lugar a donde ir de peregrinaje;y en Grecia no había la menor posibilidad de pagar una factura correcta.El mismo Byron tuvo que sufrir amargamente la codicia de sus aliados,mientras el mucho más inteligente Trelawny elegía los bandoleros de las montañas,únicos seres honrados en aquella cueva de ladrones.En cambio,España,con su paisaje atormentado,vario,completo;habitado por antíguas y nobles tribus que cantan y bailan como en los orígenes de la Historia;con el prestigio de su reciente guerra concluida;y a un paso de cualquier ruta normal del Grand Tour...¿con quién iba a competir?