viernes, 9 de agosto de 2013

La desgana

No hacer frases, no hablar,
no formular sino lo estricto
que viene a ser, en suma, nada:

creo en la virtud de la desgana.

No forjar sueños, no leer
sino quemar quinientos libros,
si bien que dos, junto a la almohada:

creo en la virtud de la desgana.

No buscar formas de novedad,
muy al contrario: huir de ellas
y amar la faz acostumbrada:

creo en la virtud de la desgana.

No doblegarse a la tentación
de crear obra en pos del arte
sino dejar secar esa fontana:

creo en la virtud de la desgana.

Y mirar la vida sin interés
como quien ve pasar las nubes
tras el cristal de una ventana:

creo en la virtud de la desgana.

La desgana...
esa rara y noble flor de Lis
o, si se quiere, esa amapola 
impávida entre la nieve. 

La desgana...
esa flor que adorna el despertar
renovada junto a la prensa y el café
sobre el mantel cada mañana.

creo en la virtud de la desgana...
creo en la virtud de la desgana...
creo en la virtud de la desgana...
creo en la virtud de la desgana...

(como el beato cree en su devoción,
como el fauno en su pasión...privada
creo en la virtud de la desgana...).


Rafael Berrio es uno de los tipos que más a contracorriente van en la música española: 

situado en un lugar difícilmente ubicable, su obra es de una calidad extrema. 

De su más reciente disco, “Diarios”, coloco aquí el vídeo de la impresionante ‘La desgana’:











ole

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