
Y no las encuentro,
Primo, las palabritas
porque esa Olor a Carne Quemada, mare tú ¿cómo la explicas?
Que se vengan conmigo,
Primo, las palabritas
que esa olor a carne quemada, mare
nada la explica.
Con palabritas
y sin vanidad
cómo la explicas, primita mía
tu crueldad.
Adios, J
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